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Me entran ganas de empezar con algo así como ¿Alguien se da cuenta de... ? Pero claro, evidentemente mucha gente debe de estarse dando cuenta de todo lo que pasa, de lo que está cambiando, de las posibles implicaciones, de las consecuencias... Así que mejor dejo ese tono "eureka", que me dejaría en muy mal lugar, y entro simplemente a hacer mis reflexiones, sin ninguna pretensión, sólo por compartirlas, suponiendo que alguien pase por este eterno croquis de nada en concreto y se tome la molestia de leer.
Volvemos al foro en el que con cierta regularidad, y poco criterio, lo reconozco, paso algunos ratos. Un foro literario, no demasiado concurrido, ni demasiado espectacular por su diseño, pero con ciertos aspectos que hacen que resulte interesante. Variopinto desde luego sí es: temas, tonos, nacionalidades, estilos, intereses, creencias, filias, edades... Sin haber de todo, se puede decir de él que es variado y que se mueve, cada día muestra caras, aspectos diferentes. Quizá lo mejor de todo es el tamaño, que lo hace asequible sin dejarlo morir de inanición. Es decir, que puedes seguir la actividad diaria, hacerte una idea de conjunto, observarlo como podrías observar a una manada de reses, por ejemplo (y que nadie se me ofenda, porque entre esas "reses" me incluyo yo). Así que de algún modo el foro, en sí mismo, se ha convertido en objeto de algunas de mis cavilaciones.

Una de esas cavilaciones, motivadas a su vez por uno de los giros inesperados del foro, se está centrando en las nuevas formas de relacionarse. Ahí hay mucha tela que cortar, mucha. Y en ciertos momentos me veo a punto de emprender un vuelo metafísico de los de sólo ida, cuando voy tomando conciencia de en qué plano se sitúan esas relaciones. Desde luego no son, no somos las personas quienes nos comunicamos, me refiero a que no es el "yo" que sale a la compra o tiene sueño, el que conoce la gente que me conoce... Para llegar a ése, que ciertamente se puede, hay que establecer un vínculo en la vida real aunque sólo consista en una coincidencia breve espacio-temporal: una quedada, por ejemplo, asistir a un acto... En ciertos casos la persona, su ser íntimo, estará tan desvinculado del avatar como de su rol social, de modo que ambas formas de relacionarse serán absolutamente limpias, coherentes; eficientes, en definitiva. Comentar libros se puede hacer igual en la red que en directo; promocionarse otro tanto de lo mismo. Así que ahí no hay conflicto.

Sin embargo, y más siendo un foro "literario", suele ocurrir que tendamos a expresarnos desde nuestra individualidad irreductible. Si tenemos algún tipo de reparo, el pudor y el recelo pierden fuerza bajo el anonimato, y en cambio la expresividad de los símbolos como los avatares, los nicks, las firmas y demás, junto con ese ambiente de creatividad, y con él el abrirse paso de las emociones, facilitan el que surja un impulso de manifestarse, de comunicar y expresarse libremente. Creo que por lo mentos en algún momento todos habremos sentido algo así como "por fin soy yo" o "digo lo que pienso", o "hago lo que quiero". El quid de la cuestión está en que, en ese punto precisamente, no somos la persona, no nos mostramos así ante los demás, "ése" sólo lo somos para nosotros mismos. Y en un espacio virtual que antes sólo existía de una manera muy, pero que muy rudimentaria (las cartas, no había otro), esos entes únicos que somos, se comunican.
Una de las modalidades que más me inquietan son las relaciones afectivas. No cibersexo, entiéndase, eso no tiene nada de interesante. Se repite un patrón de pasiones reales, intensísimas, que se estrellan contra los sinsentidos (sí, dije sinsentidos) de la realidad cuando se miden con ella. Me hace pensar en que tal vez esas relaciones serían posibles, pero solamente si pudieran permanecer todo el tiempo en su medio natural. ¿Futurista? No sé. De momento (generalizando a lo bestia) el desenlace suele ser previsible: intentan "conectar" en la vida real y no funciona. Sin embargo, me da por pensar que eso que tanto valoraban, con el tiempo se irá haciendo más presente, que podríamos acostumbrarnos a vivir esas experiencias y con el tiempo la gente acabaría tomándolas más en serio, tal cual, por ellas mismas. ¿Por qué? Porque son gratificantes. Incluso podrían ser menos falibles, y tal vez menos dolorosas. Posiblemente llegue a darse ese nuevo tipo de relación, posiblemente algunas parejas elijan llenar su mundo afectivo con alguien que las complete a nivel sentimental y espiritual, cuando hayan entendido que de otro modo todo lo que comparten puede desaparecer. Quién sabe si no habrá más parejas duraderas gracias a un tercero virtual, y a un  cuarto, para ser equitativos. Pero bueno, eso sí que ya es especular por pasar el rato.

Lo interesante a mi entender es que la afectividad puede evolucionar hasta niveles insospechados, y cobrar una importancia sin precedentes, pero a un nivel prácticamente espirirual. Estas relaciones se alimentan de la sublimación (por supuesto que habrá una contrapartida fisiológica, y lo que menos me interesa es cómo la resuelvan). Son ideales, pero en ese espacio virtual son tan o más rales y auténticas que las otras. Me refiero a que pueden expresarse los sentimientos con toda libertad y sinceridad, a que la profundidad en la comunicación, su alcance emocional, puede ser mucho mayor que en una relación convencional. Persomalmente lo que más me intriga es imaginar hasta qué punto estas nuevas formas de relacionarse puedan influir en las personas. Algo que facilite los intercambios emocionales a niveles tan profundos podría ser francamente saludable para este mundo, porque no sé si la gente lo sabe, pero vivimos en una realidad afectivamente inhóspita, y no exagero, lo es hasta la crueldad: expresiones como "te quiero, amig@" desaparecieron de nuestro registro en cuanto dejamos de escribir cartas; "te deseo lo mejor" pasó a ser una formalidad; "perdón", una forma de humillarse; "gracias" una expresión de cortesía... Y ya no digamos las expresiones de afecto un poco subidas de tono: "te admiro", "te añoro", "te necesito"... Después de que las cartas pasasen a mejor vida (y fuera de un contexto pletórico-romántico de pareja donde todos los excesos están permitidos), ya sólo las encuentras en la literatura, los discursos y tal vez en algunas charlas descaradamente hipócritas.
De cómo nos las arreglamos para expresarnos íntimamente -nuestros sentimientos, miedos, desasosiegos, anhelos...- ya ni que hablar; eso no se usa, eso ni se compra ni se vende. Vamos, sí: elige entre psicólogo, psiquiatra, psicoterapeutas de todos los colores, religiones recién estrenadas, pitonisas de la tele... O cómprate una mascota, o trágatelo todo y desahoga lo que puedas insultando al malo de Gran Hermano o al árbitro que no pitó fuera de juego. Vamos, que todavía hay que dar gracias porque algunos más o menos tienen o tenemos suerte: alguien que nos quiere, alguien que nos conoce y nos comprende, y a quien corresponder. Pedir más sería de locos. ¿O quizá no?
Y hasta aquí puedo leer. Quedaré esperando a ver qué nos trae el futuro, y verlo será cosa de unos pocos años, porque si hay algo que cabe esperar de iternet, son los cambios rápidos.

Quedan todavía muchas más inquietudes rondando por mi cabeza, pero será otro día. Todo esto no ha hecho más que empezar, y hoy apenas si rasqué un poco en la capa más superficial.

2 comments to “Comunicación I”

  1. Deberia decir “Tu lo has dicho“ pero la verdad no he sentido nunca ese cambio del que hablas, puede ser porque ya estoy configurado para no esperar nada especial en el comportamiento ajeno o simplemente porque yo soy de esos amantes a la antigua que suelen todavia mandar flores... este... perdon, se me cruzaron los cables, decia que habemos algunos que nos relacionamos del mismo modo a traves de internet que en conversaciones habituales, mostrandolo todo o solo la faccion que sea de utilidad en ese momento, por ejemplo, si mantengo una relacion afectiva con alguien que me importa me permito ser yo mismo en la medida en que esa persona me importa, asi, si de verdad amo a esa persona le muestro todo lo que soy y si no me importa solo le muestro eso de mi que es necesario, por lo mismo el fallar en una relacion de pareja por falta de comunicacion y el buscar el complemento en una relacion sentimental se ma hace extraño. dificil de tragar (no de entender, solo de aceptar)
    Has heco un analisis interesante de la situacion pero como te he dicho me resulta extraño, por lo mismo no voy a decir que concuerdo contigo o que has dado en el clavo, pero lo tomare en cuanta para futuras referencias, pero siguiendo el hilo del tema no creo que las relaciones evolucionen a un nivel verdaderamente trascendental en la vida humana debido a la incapacidad del grueso de la poblacion para asumir la importancia de las cosas en un ambito personal frente al social, me explico, que si un sujeto tiene una relacion afectiva online se sentira satisfecho, pero frente a otros se avergonzara de admitir que en ese tiempo “solo ha podido conseguir una novia virtual“ le dan mas importancia a la presion externa que a la satisfaccion de sus necesidades emocionales, de igual modo estas relaciones no trascienden a menos que se conozca a la persona, que se certifique su realidad, ya sea a traves de videoconferencia o de un encuentro fisico, pero sin ello no pasa de ser un enamoramiento, una construccion dentro de nuestra mente y como tal puede derrumbarse frente a la realidad o si no concuerda con lo que nosotros esperamos, una sola frase, una sola palabra nos pueden hacer creer que a fin de cuentas no era “la persona correcta“ (o sea que a fin de cuentas la persona online termina por mostrarnos que no es como la imaginamos por la simple razon de que nos la hemos imaginado, no la hemos sacado de la realidad sino de nuestra mente) si por otra parte se construyen esas relaciones mostrandonos por completo pues... la persona deberia ser capaz de hacer lo mismo con las personas que le importan y que tiene a su alrededor
    En resumen, que para lograr una evolucion de las relaciones online o fisicas primero es necesaria una evolucion de quienes se relacionan
    Un saludo indio... diablos, se me volvieron a cruzar

  1. Hola, Gin!
    Si te digo la verdad, ni siquiera soy consciente cuando escribo aquí de que alguien lo va a leer, así que lo que esto no deja de ser una especulación divagada producto de un momento determinado, y no de una reflexión seria y en profundidad. En mi opinión todavía estamos todos inmersos en esos planos de la realidad tal y como los hemos conocido siempre.
    Lo que a mí me inquieta a cierto nivel "filosófico", por llamarlo de algún modo, es si las nuevas formas de comunicación podrían dar lugar a nuevas formas de vivir los afectos, no a un nivel de impacto social, nada de eso, sino circunscrito al ámbito más intimo de la afectividad, vinculado a ciertas formas de compartir "espiritualmente" y con mayor profundidad, en detrimento del interés "pragmático" de las relaciones. Evidentemente todos queremos una pareja de verdad; otra cosa es que se pueden tener muchas relaciones distintas a lo largo de la vida, y tal vez en un futuro, esta forma de relacionarse pueda dar lugar a un tipo de "romances" muy íntimos, muy profundos, sin una intención de que vayan más allá, por los motivos que sea.

    Todo cuanto dije eran generalizaciones y abstractos, que tal vez algún día se concreten en algo, o tal vez no. En todo caso, más que una respuesta, lo que me interesa es la pregunta en sí. El tema para mí es si esas "construcciones en nuestra mente" no pueden ser imortantes de por sí, en cuanto que inspiran un deseo de comunicarse, de compartir, de crecer... Y ahí me alargaría en darle vueltas a qué es lo que conocemos realmente de la persona amada, y qué es realmente lo que le damos a conocer de nosotros; en las relaciones típicas, esa construcción de la que tú hablas es una parte fundamental, es la fase de la ilusión, y si te fijas hemos llegado a ser tan conscientes de ello que ya hay relaciones que no aspiran a más, que nadie espera que vayan a dar lugar a una pareja estable. Se las toma como lo que son, como algo intenso pero pasajero. Otra vuelta de tuerca sería desplazarlas de su ámbito común y dejarlas en un plano de comunicación puramente inmaterial. El tema está en si eso podría llevarlas a un grado superior de intensidad, de profundidad, y con ello alimentar todavía más, colmar... las almas, los espíritus, como quieras llamarlo.
    Chico, siento tanto rollo sólo para seguir divagando entorno a lo mismo, pero se agradece de verdad el comentario.

    Gracias por leerme y por participar, Gin!
    (Saludo de indio de vuelta, jaja!)

Tractatus extract

6.54 Mis proposiciones esclarecen porque quien me entiende las reconoce al final como absurdas, cuando a través de ellas -sobre ellas- ha salido fuera de ellas. (Tiene, por así decirlo, que arrojar la escalera después de haber subido por ella.)
Tiene que superar estas proposiciones; entonces ve correctamente el mundo.

7.00 De lo que no se puede hablar hay que callar.

Ludwig Wittgenstein